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Miriam, una profetisa que condujo a Israel con sus hermanos Moisés y Aarón (Miqueas 6:4).
Extracto de una pintura de Anselm Feuerbach Friedrich.
La Autoridad Espiritual es un concepto que no se puede definir facilmente en una manera comprensiva[1], sin embargo está muy vinculada con oír departe de Dios y ser comisionado(a) por Dios para el ministerio y servicio. Los Complementarios Jerárquicos (“Hierarchical Complementarians”) son cristianos que creen que los hombres solos, y no las mujeres, son quienes tienen la autoridad espiritual dada por Dios en la iglesia y en la familia [2].
Los Complementarios creen que como autoridades espirituales, son los hombres los que deben de buscar la voluntad de Dios y su guía en nombre de la comunidad de la Iglesia. Ellos creen que solo los pastores hombres tienen la autoridad espiritual para poder oír de Dios para poder ministrar de “La Palabra” en una reunión pública de la iglesia. Los Complementarios creen que en la familia, es el marido quien tiene autoridad directa de Dios, y es el esposo lo que tiene la última palabra en cualquier decisión. Ellos ven al hombre como el mediador de la voluntad de Dios hacia la esposa, la cual no tiene autoridad directa.
En contra que lo que los Complementarios creen, la Biblia contiene varias historias en cual Dios pasó por alto a los esposos y guardianes hombres y habló directamente con mujeres, con mensajes de vital importancia. Cuando Dios no hablaba directamente con ellas, Él envió ángeles. Este artículo examinará algunas de tales mujeres a las cuales Dios les confió autoridad espiritual-mujeres bíblicas que actuaron sin el permiso ni la protección de hombres.
MUJERES DEL ANTIGUO TESTAMENTO
La Madre de Sansón (Jueces, capítulo 13)
En Jueces, capítulo 13, hay una narrativa en donde un Ángel de Dios [3], revela el plan de Dios para la liberación de Israel, y se le revela a una mujer sin nombre. Esta mujer sin nombre estaba casada con un hombre llamado Manoa y a pesar de esto, el Ángel le confío los planes de Dios y las instrucciones a la mujer. El Ángel le dice a la mujer que dará a luz a un niño especial, y que su hijo liberaría a Israel de los Filisteos. El Ángel le dio a la mujer instrucciones acerca de su dieta y le indicó que nunca le cortara el cabello a su hijo.
La mujer le dijo a su esposo acerca de su encuentro. Manoa, el esposo, quería saber cuáles eran las instrucciones, así que le pidió a Dios que enviara a un ángel de nuevo, para enseñarle como criar al niño (13:8). Dios respondió su plegaria, pero el Ángel apreció de nuevo, inicialmente a la mujer. La mujer corrió por su marido. Cuando Manoa conoció al Ángel, el Ángel repitió lo que ya le había dicho anteriormente a la mujer:
“13 El ángel del Señor respondió: Que tu mujer haga todo lo que le he dicho: 14 que no tome vino ni ningún otro producto de la uva, ni ninguna otra bebida fuerte, ni coma nada impuro. Simplemente, que haga lo que le he ordenado.” (13:13-14, énfasis agregado por mí)
¡Claramente Dios confiaba totalmente en que la mujer iba a obedecer y seguir estas instrucciones sin el permiso de su esposo o su ayuda!
Todavía más, la mujer reconoció desde el principio que el mensajero se “parecía el ángel mismo del Señor” (13:6), pero Manoa no se dio cuenta de que el mensajero era un ángel hasta que le ofreció un sacrificio y el Ángel del Señor ascendió en llamas y desapareció (13:17). Atemorizado, él le dijo a su esposa “Con toda seguridad vamos a morir, porque hemos visto a Dios.23 Pero ella le contestó:—Si el Señor nos hubiera querido matar, no habría aceptado nuestro holocausto ni nuestra ofrenda, ni nos habría dejado ver estas cosas. Tampoco nos habría anunciado todo esto.” A lo largo de este relato que la mujer muestra ser discerniente y sensible.
Débora (Jueces capítulos 4-5)
Ninguna lista de mujeres con autoridad spiritual estaría completa sin Deborah, la cual fue la Líder de Israel en un punto de su Historia. Jueces, capítulo 4 y 5 relata acerca del liderazgo de Deborah y no menciona que hubiese nada peculiar del hecho de que fuese tanto líder como mujer. ¡De hecho su género parece no haber sido ningún tipo de inconveniente! Deborah estaba casada, pero la Biblia no menciona del todo a su esposo, aparte de su nombre Lapido (4:4).
En Jueces, Capítulo 5, leemos que antes del liderazgo de Deborah, la vida en Israel había cesado “Cesaron los campesinos, cesaron en Israel” (5:7), las calles estaban abandonadas “En los días de Samgar, hijo de Anat, en los días de Jael, quedaron desiertos los caminos, y los viajeros andaban por sendas tortuosas. “(5:6), y Israel había escogido a dioses falsos “Escogieron nuevos dioses”(5:8). La implicación clara es que la sociedad Israelita se hizo más civilizada, segura y más temerosa de Dios a causa del liderazgo de Deborah.
Deborah era una líder excelente y versátil. Ella era una profetisa (4:4:14) una jueza (4:5) y una líder militar (4:6-10). La Visión profética de Deborah era exacta y que mostró un liderazgo decisivo en los asuntos militares.
Los Complementarios han especulado de manera injusta, que Deborah se convirtió en líder porque no habían hombres capaces de tal tarea. Sin embargo las Escrituras son muy claras de que a Israel no le hacían falta líderes hombres en aquel tiempo. Jueces, Capitulo 5 menciona lideres (5:2-3), nobles (5:13), príncipes (5:2,9,15) y guerreros. Por otra parte, es evidente que Deborah animó a otros líderes en Israel, y que estos líderes tenían una gran confianza en su liderazgo. [Más sobre Deborah y el argumento de “no hay hombres disponibles” aquí.]
En comparación con los otros jueces mencionados en el libro de jueves, los cuales eran todos hombres y la mayoría defectuosos, no hay ni una palabra negativa dicha acerca de Deborah; y aun así, los Complementarios aseguran que el liderazgo y autoridad espiritual es solamente para varones. En vez de ver a Deborah como un precedente de las Escrituras para las mujeres en liderazgo en el ministerio, la descartan como una anomalía. Esta postura de parte de los Complementarios es miope e injusta, porque Deborah era claramente una mujer líder destacada, respetada y bendecida por Dios.
Otras Mujeres del Antiguo Testamento
La mujer sabia de Abel Beth Maacah: Esta mujer claramente era una persona de influencia, posiblemente hasta líder de la ciudad blindada de Abel Beth Maacha en Israel. Como una líder civil en Israel, estas mujeres, como Deborah, también deberían de haber tenido un grado de autoridad espiritual. Por medio de su uso sabio de autoridad y persuasión pasiva, ella rescató a su pueblo de ser destruido por Joab [4] el comandante del ejército del Rey David. (Ver. Samuel 20:14, especialmente verso 22).
(Joab y David no tenían ningún problema en oír el buen consejo de mujeres. Joab sabía que David escuchaba a mujeres [5], así que cuando no pudo persuadir a David a acerca de una decisión, el le pregunto a la Mujer Sabia de Tekoa para que lo ayudase (2. Samuel 14ff.) La Mujer Sabia de Tekoa es una persona diferente a la Mujer Sabia de Abel Beth Maacah. El término “Mujer Sabia” puede haber sido en realidad un titulo de liderazgo y no solo un término descriptivo).
La Madre del Rey Lemuel: Proverbios 31:1-9, contienen las palabras de un oráculo (profecía) de la madre del Rey Lemuel. Esta mujer le enseño a su hijo-un hombre adulto y además rey- este oráculo. Sus palabras inspiradas han sido grabadas en las Escrituras para que otros reyes aprendieran de estas.
Hulda: Cuando Josia, Rey de Judá, quería aprender más sobre como alabar a Dios, el envió a una delegación de mujeres a la profetisa Hulda. (2 Cronicas 34:19-33).
Linda L. Belleville (2004:113) escribe:
El tamaño y el prestigio de la embajada que buscaba su consejo indica algo acerca de no sólo la gravedad de la situación, pero también la estatura profesional de Hulda: el Sumo Sacerdote (Hilcías), el padre del futuro gobernador (Ahicam), la secretaria de Estado (Safán0) y el oficial del rey (Asaías). El consejo de Hulda fue inmediatamente puesto en práctica, y amplias se dio como resultado reformas religiosas (2 Reyes 22:8-20; 23:1-25).
Las plañideras: Durante los oscuros días de la apostasía de Judá, cuando el engaño era común (Jeremías 9:4-6), las únicas personas que escucharon a Dios y el profeta Jeremías fueron un grupo de mujeres. Dios le dio a las mujeres plañideras un mensaje y les autorizó a proclamar este mensaje en su nombre. (Vea Jeremías 9:17).
Una mujer sunamita le ocurrió la idea de construir una pequeña sala para acomodar el profeta Eliseo. Su percepción, la iniciativa y la generosidad trajeron gran bendición para ella, su esposo y su hijo. Al leer su historia en 2 Reyes 4:8-37, podemos ver que esta mujer tenía una visión espiritual y de fortaleza. La mujer sunamita, y no su marido (4:23 a), muestra y usa la autoridad espiritual para el beneficio de su familia.
Hannah es claramente el protagonista del relato de 1 Samuel capítulo 1, donde ella reza para un niño, se compromete a dar a ese niño de regreso a Dios para ser empleado en el Tabernáculo de servicio, y luego cumple su promesa. Marido de Hannah, Elcana, es retratado como una persona cariñosa y comprensiva. Elcana confía y está de acuerdo en las decisiones y acciones de su esposa. Aparte de 1 Samuel 1:19 b, parece que Elcana no medio o intervino en esta situación en absoluto. Por otra parte, la oración de Ana en 1 Samuel 2:1-10 es parte de la Sagrada Escritura, y tiene la autoridad espiritual de la Escritura.
MUJERE DEL NUEVO TESTAMENTO
María, Madre de Jesús (Lucas 1:26-38)
La mayoría de los eruditos bíblicos creen que María era una adolescente cuando fue visitada por el ángel Gabriel. A pesar de su edad y sexo, Dios envió al ángel a María directamente con el mensaje de que había sido elegida para el maravilloso papel de ser la madre del Mesías. María habría estado bajo la protección de un tutor, que muy probablemente era un hombre, y ella estaba desposada con un hombre llamado José, sin embargo, el ángel Gabriel tomó la palabra de Dios directamente a esta chica adolescente. [6]
Si el concepto Complementario de la autoridad masculina es válida, es de suponer que Gabriel habría visitado el patriarca de la familia de María con la noticia, sobre todo teniendo en cuenta las ramificaciones de la situación extraordinaria y potencialmente escandalosa en la que pronto se encontraría María.
El cumplimiento humilde de María con vocación extraordinaria hacia Dios en su vida es ejemplar. [7] Por otra parte Lucas registró una canción llena de alabanza de parte de Maria, a menudo llamado El Magnificat, en su evangelio (Lucas 1:46-55). Estas palabras de María tienen la autoridad de las Sagradas Escrituras.
María Magdalena (Mateo 28:9-10, Marcos 16:9-11; Juan 20:17-18)
Es difícil sobreestimar la importancia del hecho de que la primera persona que vio a Jesús vivo después de su crucifixión fuese una mujer. ¿Fue acaso que María simplemente estaba en el lugar correcto en el momento correcto para esta reunión monumentalmente trascendental con el recién resucitado Jesús? ¿O fue un encuentro por decreto divino?
Creo que no es casual que la primera persona que vio a Jesús después de su resurrección – en el amanecer de la Nueva Alianza – fuese una mujer. El acto de redención de Jesús y de su toma de posesión de la nueva alianza trajo la igualdad para todas las personas independientemente de su sexo, y con igualdad había la posibilidad real de afinidad y armonía entre los sexos – la inversión de la división a causa del pecado.
En su reunión, Jesús autoriza y le encomienda a María ciertos mensajes para sus discípulos, que todavía seguía creyendo que su Señor y amigo, junto con sus esperanzas, estaba muerto.
María Magdalena fue a los discípulos con la noticia: “He visto al Señor!” Y ella les dijo que él le había dicho estas cosas para ella “(Juan 20:18).
Jesús no tenía ningún problema en autorizar y encomendar su mensaje maravilloso, de que Él estaba vivo, a una mujer. Esta comisión extraordinaria ha llevado a la Iglesia Ortodoxa Oriental en llamar a María Magdalena “la apóstol de los apóstoles”.
Marta (Juan capítulo 11)
Marta ha sido injustamente criticada y juzgada por algunos debido a un solo incidente (Lucas 10:38-42), pero Marta hizo algunas declaraciones muy astutas de fe sobre Jesús y la vida eterna registrada en Juan capítulo 11.
Marta respondió: “Yo sé que él [su difunto hermano Lázaro] resucitará en la resurrección en el día postrero.” Juan 11:24
“Sí, Señor”, le dijo, “Yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que había de venir al mundo.” Juan 11:27
Esta segunda afirmación es muy similar a la de Pedro registrada en Mateo 16:15-17:
“Pero, ¿qué hay de ti?” Él [Jesús] le preguntó. “¿Quién decís que soy yo?”
Simón Pedro contestó: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”
Jesús le respondió: “Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en los cielos.”
Jesús afirma que Pedro no podía saber que él era el Cristo, el Hijo de Dios, a menos que Dios el Padre le había revelado a él. Del mismo modo, las declaraciones de Marta fe sólo podía haber llegado por inspiración divina.
Marta, a su hermana María de Betania fueron discípulas dedicadas de Jesús. Jesús le permitió a María de Betania para ungirlo y prepararlo para el entierro (Juan 11:2). No hemos oído nada acerca de la fe de su hermano Lázaro en las Escrituras aun cuando, en Juan 11:5 que dice, Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Aquí aparece el nombre Marta significativamente en primer lugar. Marta era una mujer de gran fe y agudeza espiritual.
Otras Mujeres del Nuevo Testamento
Desde el día de Pentecostal, Dios se ha comunicado personalmente con su gente con mayor libertad, principalmente a través de la agencia del Espíritu Santo. Cuando Pedro citó la profecía de Joel en el día de Pentecostal en Hechos 2, dejó en claro que las capacidades espirituales, en la profecía particular, eran ahora disponible gratuitamente para los hombres y las mujeres, a los jóvenes y a los ancianos (Hechos 2:17-18 ).
El Espíritu Santo nos da sus dones y habilidades sin aparente consideración de género (1 Corintios 12:4-11), incluyendo los dones de liderazgo y enseñanza (Romanos 12:6-8). Incluso la mujer Complementaria Mary Kassian (1990:168) observa: “No hay ninguna evidencia en la Biblia que los regalos son asignados por género. Si bien es cierto que [varónes] ancianos pueden poseer dones de la enseñanza, la administración y de pastor, no es menos cierto que las mujeres poseen estos dones idénticos”.
De hecho, varias mujeres son mencionados por su nombre en el Nuevo Testamento las cuales funcionaban como líderes de la iglesia y ministros: Priscilla (con Aquila), Chloe, Ninfa, Febe, Junia (con Andrónico), Evodia y Síntique, etc [Para más información sobre estas las mujeres ver los siguientes enlaces.]
Conclusión
Mary Kassian, y otros Complementarios, han reconocido que las mujeres tienden a escuchar a Dios más que los hombres, y sin embargo, sostienen que son los hombres los que tienen la autoridad espiritual en la iglesia y el hogar. [9] Cuando leo los argumentos de los Complementarios, tengo la sensación de que no tienen confianza en las capacidades de las mujeres. Parecen preocupados de que la sociedad se derrumbará si las mujeres toman más la iniciativa o si estan fuera de ciertos roles restrictivos que erróneamente afirman haber sido instituido por Dios. Parece que los Complementarios han pasado por alto los ejemplos bíblicos donde Dios usó y bendijo a las mujeres valientes para sus propósitos, a menudo en situaciones de vital importancia que tuvo amplias ramificaciones.
A partir de las Escrituras, podemos ver claramente que Dios no habla solamente a los hombres y maridos, incluso en asuntos que afectan directamente a ellos ya sus familias. Dios puede y quiere confiar su palabra – con la autoridad que conlleva – directamente a las mujeres y esposas. Dios puede y quiere hablar con las mujeres sin usar a ni los maridos ni los líderes de la iglesia masculinos como mediadores. Todos los creyentes tienen acceso directo a Dios por medio de Jesús y de su Espíritu Santo, y viceversa
1 Timoteo 2:5″Porque no hay más que un Dios, y un solo hombre que sea el mediador entre Dios y la humanidad: Cristo Jesús. (Traducción Literal).
Notas
[1] La Complementaria Mary Kassian (1990:32-33) trata de definir la “autoridad” puramente en términos de estructuras jerárquicas.
[2]Los Complementarios interpretan las dos instancias (Efesios 5:23; 1 Corintios 11:3), donde Pablo dice que “el marido es la” cabeza “(griego-kephale) de la mujer” en el sentido de que el marido tiene autoridad, incluyendo autoridad espiritual, sobre la mujer. Esta interpretación supone que en el inglés el significado (metafórico) de “cabeza” es el mismo que el significado griego (metafórico) de “cabeza”. En Inglés, “cabeza” puede significar “jefe” o “líder”, etc, sin embargo, en griego helenístico, de los cuales el griego del Nuevo Testamento es un subconjunto, “cabeza” rara vez significa “jefe” o “autoridad”, sino que por lo general significa “fuente “u” origen”. Además los Complementarios detallan enseñanzas sobre la supuesta autoridad espiritual del marido sobre la mujer en formas que no son de ninguna manera apoyadas con las Escrituras. [Mi artículo sobre kephale y “supremacía masculina” en las Cartas de Pablo aquí.]
La autoridad que da el Espíritu Santo es una autoridad funcional para participar eficazmente en algunos ministerios. No es una autoridad sobre una persona o grupo de personas.
[3] Muchos teólogos creen que el ángel del Señor, pudo haber sido una Teofanía o Cristofanía: una aparición pre-encarnada de Jesucristo.
[4] Joab y sus hermanos Abisai y Asael, que eran todos grandes guerreros del ejército de David, se mencionan con frecuencia como los hijos de su madre Sarvia. El nombre de su padre, nunca se menciona. Uno no puede evitar preguntarse qué clase de mujer era Sarvia, y qué tipo de influencia había tenido en sus hijos. (1 Samuel 26:6; 2 Samuel 2:13,18; 3:39; 8:16; 14:1; 16:9-10; 17:25, 18: 2; 19:21-23; 21:17 ; 23:18, 37; 1 Reyes 1:7; 2:5, 22; 1 Crónicas 2:16; 11:6, 39, 18:12, 15; 26:28, 27:24.) Al parecer Sarvia era una de las hermanas de David (1 Crónicas 2:13-16).
[5] David escuchó Abigail (1 Samuel 25:23-35) y Betsabé (1 Reyes 1:11-31), etc.
[6] Sólo más tarde el ángel le dice a José acerca del plan de Dios para María.
[7] La respuesta humilde y obediente de María al mensaje angélico es un contraste con la incredulidad de Zacarías, el sacerdote (Lucas 1:19-20).
[8] Las canciones inspiradas, oraciones, alabanzas y enseñanzas de Miriam (Ex 15:20-21), Débora (Jueces 5:01 ss), Ana (1 Sam 2:1 ss), la madre del rey Lemuel (Proverbios 31:1-9 ), María (Lucas 1:46 ss) y Elizabeth (Lucas 1:41 ss) se consideran proféticas y se incluyen en las Escrituras. Irónicamente, de acuerdo con la postura de muchas iglesias, estas mujeres no se les permitirían enseñar a los hombres, o predicar de manera expositora, acerca de sus propias palabras. A pesar de que sus palabras tienen la autoridad de las Escrituras.
[9] Mary Kassian (1990:111) ha escrito: “. . . tanto la psicología como la historia prestan apoyo creíble para el reconocimiento bíblico de diferencias innatas entre hombres y mujeres, con una gran diferencia de una percepción espiritual mayor en las mujeres.” Lamentablemente, Kassian ve esta percepción espiritual que incluye una propensión general al engaño espiritual entre las mujeres. (La Biblia nunca dice que las mujeres son más fácilmente engañadas que los hombres.) A pesar de la creencia de que las mujeres son propensas al engaño, Mary Kassian es una profesora de universidad y tiene un ministerio público como oradora y escritora cristiana.
Bibliografia:
Holy Bible, New International Version®. Copyright © 1973, 1978, 1984 Biblica. Used by permission of Zondervan. All rights reserved.
New American Standard Bible®, Copyright ©1960, 1962, 1963, 1968, 1971, 1972, 1973, 1975, 1977, 1995 by The Lockman Foundation. Used by permission.
Kassian, Mary A., Women, Creation and the Fall, Westchester, Il: Crossway Books, 1990.
Belleville, Linda L., “Women Leaders in the Bible” in Discovering Biblical Equality: Complementarity without Hierarchy, Ronald W. Pierce and Rebecca Merrill Groothuis (ed), Leicester: InterVaristy Press, 2004.
Merril Groothius, Rebecca, “Equal in Being, Unequal in Role: Exploring the Logic of Woman’s Subordination”, in Discovering Biblical Equality: Complementarity without Hierarchy, Ronald W. Pierce and Rebecca Merrill Groothous (ed), Leicester:InterVarsity Press, 2004.
© 12 de Octubre, 2010; Margaret Mowczko
Traducción al Español de Andrea Carvajal E.
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